25N -
DÍA INTERNACIONAL
CONTRA
LA VIOLENCIA DE GÉNERO
“Si pudieras ver el
daño que hacen tus palabras…”
“Las grandes cosas en
la vida comienzan con detalles:
minúsculos en
apariencia, pero profundos en consecuencias”.
Cuando pensamos en la Violencia de
género, automáticamente acude a nuestra mente una misma imagen: golpes y
maltrato físico.
Al hacerlo olvidamos otro tipo de violencia,
mucho más silenciosa pero igual de real: la Violencia verbal.
Este tipo de violencia es más difícil de
percibir, no sólo porque suele cometerse en privado, sino porque las
heridas que provoca son invisibles. Sin embargo, las cicatrices que
deja en la víctima son muy reales, dolorosas y pueden durar años.
Es como una paliza que no deja evidencias, en la que la
víctima es golpeada con burlas, insultos, gritos, amenazas y críticas
permanentes que
socavan su seguridad y autoestima.
No olvidemos que la palabra tiene un poderoso
efecto en la conducta, transformando las emociones de quien la recibe.
Y no sólo nos referimos a lo que se dice,
sino también a “cómo” y “con
qué intención” se dice. El maltrato verbal puede ser directo o muy
sutil: cualquier desprecio, insulto o amenaza puede hacerse a gritos o con la
mayor de las sonrisas.
Así, una casa en la que se abusa verbalmente
de la pareja o de los hijos, es un ambiente en el que la humillación
continua destruye la autoestima y afecta seriamente la dignidad de todos sus
miembros. Diversos estudios científicos revelan que las víctimas de
maltrato verbal comienzan a interiorizar la crítica y terminan por
aprobar la violencia, considerándola un castigo por sus faltas.
En el caso de los niños es una cuestión aún
más grave,
ya que crecen con una imagen de sí mismos absolutamente deteriorada, algo que con
el tiempo puede manifestarse como agresividad o inhibición: hacer lo
que les hicieron a ellos o someterse como víctimas del maltrato de otro.
Además, al producirse dentro del ámbito
privado, oculto tras la puerta de cada hogar, la Violencia
verbal es también el tipo de maltrato menos denunciado judicialmente, siendo
incluso admitido socialmente en ciertas ocasiones.
La clave para vencer esta forma de violencia
está en reconocer el abuso verbal por lo que es, y comenzar a tomar pasos
deliberados para detenerlo:
- NO toleres ninguna forma de maltrato verbal.
- NO te sientas culpable.
- NO defiendas ni justifiques a tu verdugo.
La violencia suele iniciar con "sutiles" abusos
verbales y emocionales y poco a poco puede ir incrementándose sin que te des cuenta,
abarcando todos los tipos de violencia... hasta la más extrema.
NO dejes que sus palabras te sigan haciendo daño...
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