La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más
representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el
sector privado, celebra el 1º de Mayo con un llamamiento a las diferentes
organizaciones políticas a que aporten soluciones que permitan avanzar hacia la
recuperación económica real, un reparto justo de los esfuerzos y devolver a los
ciudadanos y ciudadanas de nuestro país a la posición que les corresponde en
materia de bienestar, igualdad entre hombres y mujeres, justicia social y empleo,
tras años de sacrificios.
Este 1º de mayo tiene carácter excepcional porque coincide con la celebración de
las Elecciones Generales y por tanto las diferentes formaciones políticas deben
ofrecer a la sociedad sus propuestas ante los retos sociales y económicos de
España.
Nos encontramos en un momento crucial. Durante los últimos tres años se han
mejorado las cifras de empleo, pero todavía continúan abiertas las heridas de la
crisis: condiciones laborales desiguales, empobrecimiento, deterioro de los servicios
públicos… Todo ello se ve agravado por una tasa de desempleo estructural que
prácticamente dobla la media europea y las debilidades de nuestro tejido productivo.
Además, hace falta un empleo digno y de calidad para las mujeres, desterrando de
una vez por todas las situaciones de desigualdad, discriminación en el empleo y la
brecha salarial.
La conciliación de la vida laboral y familiar continúa siendo un mero anhelo, en un
país con unos horarios absolutamente desbordantes. Hace falta ya un debate serio
sobre la implantación de horarios racionales y de la jornada de 35 horas semanales,
también como medida de creación de empleo.
La elevadísima tasa desempleo juvenil que nuevamente dobla la tasa europea es
otro mal endémico de nuestro país, al que no han encontrado solución ninguno de los distintos gobiernos, creando una auténtica ruptura generacional y una pérdida de
talento, que acaba en la emigración como única salida de nuestros jóvenes. Las
exiguas políticas de retorno, la desregulación de la investigación y la precariedad de
los contratos hacen que no sea posible encontrar empleo digno a nuestros jóvenes.
El desapego entre el mundo formativo-universitario y educacional y el empresarial no
favorece la integración de la juventud en el mercado de trabajo, como tampoco
favorecen las trabas a las prácticas en empresas, como modo de familiarizarse la
juventud con el mundo real del trabajo. Se debe revisar la política formativa,
haciéndola atractiva y compatible con el mundo empresarial, poniendo el objetivo en
el acceso al empleo, sin caer en la mercantilización de la formación ni en la
explotación de los trabajadores en vías formativas y de acceso al empleo.
Lamentablemente, la pluralidad de opciones políticas que tienen los españoles y las
españolas no existe en el ámbito sindical. La Ley Orgánica de Libertad Sindical
permanece prácticamente inalterada desde su redacción, privilegiando a unos
sindicatos políticos que han perdido el contacto con la realidad. Por eso urge una
reforma de esta Ley –y que reclamaremos a los diputados que salgan de las urnas—
que abra la representatividad a nuevos sindicatos como CSIF en los ámbitos de
negociación.
Pese a las dificultades, CSIF ha cuadriplicado su representación en el sector privado
en los últimos diez años y ya estamos presentes en centenares de empresas
privadas, como Michelín, Heineken, Inditex, Amazon, Coca-Cola o Atresmedia.
Y es que la sociedad demanda un modelo de sindicalismo generalista para que en
España todos y todas podamos defender nuestros derechos; un sindicalismo
independiente de los partidos políticos, profesional, alternativo, transparente y
honesto en sus cuentas.
En el ámbito de su responsabilidad, CSIF alcanzó el pasado 28 de marzo una oferta
de empleo público histórica en la Administración General del Estado, con creación
neta de empleo. CSIF defenderá las demandas salariales y las mejoras de
condiciones tras las elecciones, marcando una nueva agenda de mejoras: 35 horas,
recuperación de la estructura salarial previa a la bajada de 2010, carrera profesional,
desarrollo del Estatuto Básico del Empleado Público y equiparación salarial.
Estas mejoras deben trasladarse a todos y cada uno de los ámbitos de nuestras
Administraciones y de nuestro Estado del Bienestar (Educación, Sanidad,
Pensiones…) porque en ellos reside el fundamento de los servicios que reciben
nuestros ciudadanos y que debemos de mimar. Por otra parte, pese a las contradictorias sentencias del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea sobre el abuso de la contratación temporal en las Administraciones
Españolas, estamos obligados a poner freno a esta problemática, que precariza el
empleo en los servicios que reciben los ciudadanos.
Además debemos agilizar las Ofertas Públicas de Empleo, diseñar un plan de
recursos humanos a medio plazo frente a la avalancha de jubilaciones que se van a
producir en los próximos quince años y reforzar las plantillas donde sea necesario
porque todavía arrastramos un déficit de 95.000 empleos desde que comenzó la
crisis.
Tampoco es de recibo que no se cumpla la premisa “a igual trabajo, igual salario” ni
en la empresa privada, donde han surgido nuevas formas de explotación, ni en las
administraciones públicas, donde hay diferencias de hasta el 25 por ciento entre
comunidades y Administración Central.
En definitiva CSIF, propone una negociación abierta, transparente que ponga sin
partidismos los problemas de los trabajadores y trabajadoras sobre la mesa, de cara
a una solución que produzca empleos dignos y de calidad, pues sólo sobre esta
base se podrá cimentar el fortalecimiento de la economía española y de los
españoles.
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